¿Sabes que el 85% de los pacientes con ataxia sufre algún tipo de nistagmo?
En el acompañamiento a las personas que viven con ataxia, resulta esencial comprender los síntomas que la acompañan. Uno de ellos es el nistagmo, un movimiento ocular involuntario y repetitivo que, aunque pueda pasar desapercibido para quienes rodean al paciente, tiene un fuerte impacto en su calidad de vida.
El nistagmo se caracteriza por oscilaciones rítmicas de los ojos, que pueden ser horizontales, verticales o incluso rotatorias. Esta alteración interfiere con la capacidad de fijar la mirada de forma estable, provocando visión borrosa, dificultad para leer, problemas para seguir objetos en movimiento y una sensación constante de que el entorno “tiembla”.
El origen del nistagmo está en alteraciones del cerebelo, del tronco encefálico o del sistema vestibular, regiones encargadas de coordinar la mirada y el equilibrio. En diversas formas de ataxia hereditaria, este movimiento ocular involuntario es incluso uno de los signos más tempranos de la enfermedad.
Algunas estrategias para minimizar su impacto, podrían ser: programas de rehabilitación ocular, ayudas ópticas, ejercicios específicos o adaptaciones en el entorno visual. Estos recursos no curan el nistagmo, pero sí contribuyen a mejorar la autonomía y el bienestar del paciente.
Para ampliar información, te invitamos a consultar este recurso:
La clínica optométrica CliniquesUV se suma al Día Internacional Ataxia – video divulgativo sobre el nistagmo